Escuchen el poema en la voz de María Estela Muñoz
He masticado el camino por venir a verte,
he roto eslabones de la cadena de distancia;
y hoy retorno con la pesadumbre de no poder tenerte
y saber que en mi alma se esfumó la esperanza.
Llevo apretados mis puños como si llevara tus manos,
mojados los labios como si cargara tus besos;
y grito tu nombre, pero todo es en vano,
porque no hubo nada, ni siquiera un encuentro.
El camino se extiende como agrietada huella,
con el sabor de un canto gimiente y amargo;
y se aleja cansada nuestra última estrella,
que deja su imagen dormida en los charcos.
Qué triste me siento, qué horrible cansancio,
qué largo camino recorrí por verte;
y todo se presenta con un dejo amargo,
porque se ha negado hasta mi propia suerte.
Qué inmensa nostalgia agita mi empeño,
qué oscura es la noche de mi igual regreso,
qué largo camino apaga mis sueños,
de hallar en las sombras el calor de un beso.
Cómo llora el cielo su amargo rocío,
en la noche larga negada de rimas,
no obstante… lo sé, eres mío... muy mío...
mi vida es tu vida y la tuya… es la mía.
©2009Alma Mateos Taborda (princesa azul)