Los caminos mareados de urgencias
acercaron el mensaje a mis oídos:
me querías de la médula a las vértebras,
me amabas con todos los sentidos.
Pasaba la noticia con destreza,
atravesando mis huesos y mi alma;
la dicha se enredaba en mi cabeza,
y florecían de nuevo las mañanas.
Latía la esperanza en mi camino
con tu claro “testamento maravilla”,
bajo el sol de mis sueños y delirios,
y sobre un abecedario de alegrías.
La eternidad en el aire dormitaba,
cuando venías hacia mí, tan apurado;
en un abrazo nos unimos sin palabras,
bajo un vendaval de besos atrasados.
Nos confesamos amor sin retaceos,
dibujamos entre dos una silueta sola;
y a las sombras de la noche, luz de besos,
encendieron inciensos en la alcoba.
© 2008 Alma Mateos Taborda (princesa_azul)
martes, 16 de marzo de 2010
De la médula a las vértebras en la voz de la autora
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CON LOS OJOS DEL ALMA
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